ENFERMEDADES DEL SISTEMA ÓSEO
Las enfermedades del sistema
óseo más conocidas y tratadas por la medicina son la
osteoporosis, la enfermedad de Paget, la acromegalia, la acondroplasia, la
osteoartritis, la displasia fibrosa, entre otras. El sistema óseo es el conjunto de
huesos, cartílagos y articulaciones que conforman el esqueleto, y permiten al
cuerpo sostenerse, proteger los órganos y movilizarse. Éste puede ser interno,
como en los mamíferos, o externo, como en el caso de los artrópodos. Los huesos están compuestos por un tipo de células llamadas
osteocitos, los cuales están unidos entre sí mediante las articulaciones, y
entre ellos están los cartílagos que impiden el roce entre un hueso y otro.El
esqueleto humano está formado por un total de 206 huesos, que van creciendo y
desarrollándose desde la niñez. El calcio es el elemento fortificador de los
huesos y éste se obtiene de alimentos como leche y derivados, huevos y algunos
vegetales..El cuerpo humano almacena depósitos de calcio durante el
crecimiento, pero al envejecer, es necesario suplir el calcio para mantener los
huesos sanos.Esta deficiencia, así como la falta de una adecuada ejercitación,
pueden dar origen a diferentes enfermedades que afectan el sistema óseo. Estas
enfermedades afectan particularmente la movilidad del cuerpo, y por ende la
calidad de vida del enfermo
.
Causas
de las enfermedades de los huesos:
•Alteraciones genéticas: ejemplo de enfermedades óseas de causa
genética son la osteogénesis imperfecta y la osteopetrosis.
• Déficits nutricionales: en especial de vitamina D, calcio y
fósforo. La osteomalacia es una enfermedad causada por el déficit de vitamina
D.
• Trastornos hormonales: por ejemplo,
el hiperparatiroidismo aumenta el riesgo de fractura.
• Medicamentos y otras sustancias: el uso de los
polémicos glucocorticoides es una causa común de enfermedades de los huesos.
Enfermedades
de los huesos que deberías conocer:
• Osteoporosis: la más común de las enfermedades en los
huesos, que llega a afectar alrededor del 20% de los mayores de 50 años. Cursa
con una disminución de la masa ósea, así como el deterioro de la estructura del
hueso, lo que causa fragilidad y aumenta el riesgo de fractura.
• Enfermedad de Paget: también conocida como osteítis
deformante, es un trastorno progresivo caracterizado por una pérdida de masa
ósea que el organismo intenta compensar mediante la regeneración acelerada de
nuevo tejido óseo. Como resultado, se producen alteraciones estructurales que
conducen a deformidades, dolor y fracturas.
• Tumores óseos: pueden ser primarios o resultado de una
metástasis. Cursan con la destrucción de masa ósea, aunque en algunos casos de
metástasis puede aumentar la formación de hueso. El más común de los tumores
malignos es el osteosarcoma.
• Osteogénesis imperfecta (OI): existen varios
tipos de OI causadas por diferentes mutaciones genéticas que interfieren con la
producción de colágeno. La enfermedad causa una extrema fragilidad a los
huesos, haciendo que ocurran fracturas frecuentemente.
• Osteomalacia: afecta la mineralización de los huesos,
aumentando el riesgo de fracturas, en especial en la pelvis, caderas y piernas.
Una de las causas fundamentales es el déficit de vitamina D. Es más común en
países con pocas horas de luz solar al año, debido a que la vitamina D se forma
gracias a la luz del sol.
• Osteodistrofia renal: enfermedades de los huesos que
aparecen como consecuencia de la insuficiencia renal crónica. Cursa con mayor
metabolismo óseo y con el enlentecimiento de la mineralización del hueso.
• Osteomielitis: inflamación del tejido óseo
causada por una infección bacteriana que puede ser aguda o crónica. La mayoría
de los casos son provocados por la bacteria Staphylococcus aureus.
• Acromegalia: es característico de esta enfermedad el
crecimiento anormal de la cara, manos y pies. Ocurre como consecuencia de la
producción excesiva de la hormona del crecimiento. La causa más común de
acromegalia es un tumor benigno de la glándula pituitaria.
• Enfermedad de Perthes: una enfermedad que
afecta a menores entre 3 y 12 años. Cursa con la destrucción de parte del hueso
del fémur debido a falta de flujo sanguíneo. Algunas personas se recuperan
gracias a que el hueso se regenera, mientras otras viven con secuelas durante
toda su vida.
PAGET
La enfermedad ósea de
Paget interfiere en el proceso natural de reciclaje del cuerpo, por el cual el
tejido óseo viejo se reemplaza gradualmente por tejido óseo nuevo. Con el
tiempo, la enfermedad puede hacer que los huesos afectados se vuelvan frágiles
y se deformen. La enfermedad ósea de Paget suele afectar la pelvis, el cráneo,
la columna vertebral y las piernas.
El riesgo de contraer
la enfermedad ósea de Paget aumenta con la edad. El riesgo también aumenta si
algún integrante de tu familia padece este trastorno. Algunas de las complicaciones
de la enfermedad ósea de Paget son: fracturas, pérdida de la audición y
pinzamiento de los nervios de la columna vertebral.
El pilar del
tratamiento son los bisfosfonatos; medicamentos que también se usan para
fortalecer los huesos debilitados por la osteoporosis. En el caso de los
pacientes que tienen complicaciones, puede ser necesario realizar una cirugía.
Causa:
No se conoce la causa de la
enfermedad de Paget. Puede deberse a factores genéticos, pero también podría
deberse a una infección viral.
La enfermedad se presenta a nivel
mundial, pero es más común en Europa, Australia y Nueva Zelanda. La enfermedad
se ha vuelto mucho menos común durante los últimos 50 años.
En las personas que padecen esta
enfermedad, hay una descomposición anormal del tejido óseo en zonas
específicas. Esto va seguido por una formación ósea anormal. La nueva zona de
hueso es más grande, pero más débil. El hueso nuevo también está lleno de vasos
sanguíneos nuevos.
El hueso afectado puede estar
únicamente en una o en dos zonas del esqueleto o en en muchos huesos diferentes
en el cuerpo. Muy a menudo, compromete huesos de los brazos, las clavículas, la
pierna, la pelvis, la columna y el cráneo.
Síntomas:
La mayoría
de las personas con esta afección son asintomáticas. La enfermedad de Paget a
menudo se diagnostica cuando se toma una radiografía por otra razón. También se
puede descubrir cuando se intenta encontrar la causa de niveles altos de calcio
en la sangre.
De
presentarse, los síntomas pueden incluir:
· Dolor
óseo, dolor o rigidez articular y dolor de
cuello (puede ser intenso y presentarse la mayor parte del tiempo)
· Arqueamiento de
las piernas y otras deformidades visibles
· Agrandamiento
de la cabeza y deformidades del cráneo
· Fractura
· Disminución de
estatura
·
Tratamiento:
No todas las personas con la enfermedad
de Paget requieren tratamiento. Las personas que posiblemente no necesiten
tratamiento comprenden a aquellos que:
· -Tengan
únicamente exámenes d-e sangre levemente anormales
La enfermedad de Paget comúnmente se
trata cuando:
· -Ciertos
huesos, como los que soportan peso, están comprometidos y el riesgo de fractura
es mayor.
· -Los cambios
óseos están empeorando rápidamente (el tratamiento puede reducir el riesgo de
fracturas).
· -Se presentan
deformidades óseas.
· -Una persona
tiene dolor u otros síntomas.
· -El cráneo
está afectado. (Esto es para prevenir la pérdida auditiva).
· -Los niveles
de calcio están elevados y causan síntomas.
El tratamiento farmacológico ayuda a
prevenir la formación y descomposición mayor del hueso. Actualmente, hay varias
clases de medicamentos empleados en el tratamiento de la enfermedad de Paget.
Estos incluyen:
·
Bifosfonatos:
estos fármacos son el tratamiento de primera línea y ayudan a disminuir la
remodelación ósea. Comúnmente se toman por vía oral, pero también se pueden
administrar por vía intravenosa (IV).
·
Calcitonina:
esta hormona está involucrada en el metabolismo de los huesos. Se puede
administrar como aerosol nasal (Miacalcin) o como inyección subcutánea
(Calcimar o Mithracin).
Igualmente, se puede administrar
paracetamol (Tylenol) o antiinflamatorios no esteroides (AINE) para el dolor.
Se puede necesitar la cirugía ortopédica para corregir una deformidad en casos
graves.
Raquitismo
Es más frecuente en niños y es causada por una deficiencia de vitamina D. El raquitismo evita que
el sistema óseo adquiera nutrientes, por consiguiente, éstos se vuelven débiles, lo que a la larga
puede generar dolor.
Enfermedad propia de la infancia, producida por la falta de calcio y fósforo y por una mala
alimentación, que se caracteriza por deformaciones de los huesos que se doblan con facilidad y
debilidad del estado general
Es un trastorno causado por una falta de vitamina D, calcio o fósforo
La vitamina D ayuda al cuerpo a controlar apropiadamente los niveles de calcio y fosfato. Si los
niveles sanguíneos de estos minerales se tornan demasiado bajos, el cuerpo puede producir
hormonas que estimulen la liberación de calcio y fósforo de los huesos. Esto lleva a que se
presenten huesos débiles y blandos.
Algunos niños nacen con afecciones médicas que afectan la manera en que sus cuerpos absorben
la vitamina D o bien las desarrollan después. Algunos ejemplos incluyen:
Celiaquía
Enfermedad inflamatoria intestinal
Fibrosis quística
La exposición a la luz solar proporciona la mejor fuente de vitamina D. Durante la mayoría de las
estaciones, de 10 a 15 minutos de exposición al sol cerca del mediodía es suficiente. Sin embargo,
si eres de piel oscura, si es invierno o si vives en latitudes septentrionales, es posible que no
puedas obtener suficiente vitamina D a través de la exposición al sol. Además, debido a las inquietudes sobre el cáncer de piel, se advierte que bebés y niños pequeños
en particular deben evitar el sol directo, usar protector solar y ropa protectora.
Para prevenir el raquitismo, asegúrate de que tu hijo coma alimentos que contengan vitamina D
de manera natural (pescados grasos como el salmón y el atún, aceite de pescado y yemas de
huevo) o que hayan sido fortificados con vitamina D, como por ejemplo:
Fórmula para lactantes
Cereal
Pan
Leche, pero no alimentos hechos de leche, como algunos yogures y queso
Jugo de naranja Problemas renales.
La causas, síntomas y tratamientos de la osteoporosis
Melorreostosis
El término melorreostosis proviene de los sufijos griegos: melos (miembros), rhein (fluido/flujo) y osteon (hueso). Esta enfermedad también es conocida como osteopatía hiperostótica o enfermedad de Leri y Joanny (los primeros en describirla en 1922). Se desconoce la etiología de la melorreostosis y se considera una enfermedad esporádica probablemente debida al mosaicismo somático por un defecto genético. La patología es esencialmente el resultado de la proliferación anómala del hueso compacto haversiano, deformando el contorno del periostio del hueso y las superficies endosteales.Afecta tanto el tejido óseo como a las partes blandas adyacentes. En un 50% de los casos se diagnostica antes de los 20 años de edad sin predilección por sexos. Se trata de un proceso benigno sin mortalidad asociada, pero genera limitación funcional. La etiología y la etiopatogenia son desconocidas. Recientemente se han descrito alteraciones genéticas asociadas . Cualquier hueso puede estar comprometido siendo las extremidades inferiores las más afectadas . El diagnóstico se realiza habitualmente mediante técnicas de diagnóstico por imagen entre las que destaca la radiografía simple. En ella podemos observar una imagen que semeja a “cera fundida goteando por el lateral de una vela", signo que nos da el diagnóstico con seguridad en la mayoría de los casos. El tratamiento es principalmente sintomático, y sólo ocasionalmente se debe recurrir a la cirugía.
Los síntomas varían considerablemente; podemos encontrar desde pacientes asintomáticos a otros con graves deformidades y limitaciones. Las principales manifestaciones son: artritis intermitente, dolor, limitación de la movilidad y aumento del diámetro y la angulación de las extremidades afectadas. Normalmente afecta a una sola extremidad, que suele ser inferior, aunque puede localizarse en cualquier hueso del esqueleto y afectar a más de uno simultáneamente. Es frecuente la afección de los tejidos blandos adyacentes.
Manejo y tratamiento
No hay tratamiento curativo para la melorreostosis. El abordaje está enfocado a aliviar el dolor, corregir las deformidades y restaurar el movimiento de la extremidad o extremidades afectadas. Se ha demostrado que los bifosfonatos (pamidronato y etidronato), y más recientemente el zoledronato, mejoran los síntomas en algunos pacientes, pero no en todos (aunque se requieren estudios adicionales). Los tratamientos quirúrgicos se realizan mejor una vez alcanzada la maduración esquelética, pero las deformidades pueden reaparecer.
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